Todos sabemos que en el mundo físico lo que más vende es lo que entra por los ojos. Un producto o servicio presentado de forma agradable en su sentido estético, penetra mejor en las mentes de todos nosotros y por tanto es de esperar que venda más conforme al recuerdo que nos genera, y que además perdura en el tiempo.  Un producto o servicio presentado de esta forma incide en nuestras emociones o afectividad, y es esto lo que hace que un producto se venda incluso sin una necesidad real de compra.

¿Suponemos que esto es aplicable también al mundo virtual?, ¿suponemos que un sitio Web atraiga visitas o convierta solo porque estéticamente es muy buena? A lo primero, me atrevo a decir que no. Sencillamente porque el mundo físico no es igual que el mundo virtual, de cajón. No actuamos igual y no nos movemos igual. Sin embargo a la segunda pregunta me atrevo a afirmar que si. Todo lo que estéticamente es agradable para nosotros incide en nuestras emociones, y por tanto en nuestros recuerdos. De ahí que tendamos a quedarnos con los recuerdos afectivos y por tanto agradables en nuestras vidas, y desechar aquellos que no lo han sido tanto.

Por tanto un buen desarrollo Web debe conjugar ambas partes, una buena experiencia de uso y un diseño atractivo. Sin embargo se debe dedicar más tiempo en el desarrollo del diseño y en el objetivo, a producir en el usuario una experiencia  agradable en su uso, es decir, a generarle afectividad por nuestro sitio Web. Si el sitio Web es usable y además estéticamente agradable, lograremos que se generen visitas recurrentes y por tanto conversiones en nuestros objetivos, sean estos los que sean.

Lo «bonito» debe ser sacrificado si es que interrumpe la usabilidad del sitio. Muchas Webs son estéticamente buenas, con diseño muy atractivos, con movimiento y colores que las hacen «bonitas», pero si su uso es malo nadie vuelve. Si es al contrario, un sitio no muy «bonito» pero que genera esa afectividad en su uso, son las que a pesar de todo los visitantes vuelven, han tenido una buena experiencia en su uso. Desecho otras cuestiones estratégicas que también inciden, ya que estas son de lógica el aplicarlas: buenos contenidos, productos o servicios, precios, etc.

Para el usuario es más incómodo… para el programador no sé… pero a mí me la están complicando…“.

Hablemos entonces de cómo generar esa afectividad de los usuarios en nuestro sitio, hablemos de desarrollar un proyecto Web usable y por tanto agradable en su uso, sin contratiempos, sin fallos, enseñando el camino al visitante… aunque hablemos también de desarrollar un diseño atractivo.