Hay veces que nos encontramos ideas locas con una difusión brutal que pasan de boca a boca y generan un efecto arrastre social. La pregunta de este nuevo siglo a nivel de marketing que nos hacemos todos es, ¿qué hace que algo se difunda viralmente?

• Lo primero de todo. Tiene que ser algo trasgresor, divertido, útil, atrevido o rayando la locura. Si no es así, pasará totalmente desapercibido entre la multitud. Sólo lo realmente diferente es capaz de captar esos primeros segundos de atención.
• Vale, ya estamos haciendo una chifladura y ahora que. Ahora toca que alguien nos siga, imite o re-difunda nuestra idea trasgresora. El segundo es el que convierte a un chiflado en un líder. Si conseguimos que alguien nos siga, puede ser que tengamos éxito.
• A continuación necesitaremos audiencia. Tenemos que hacer llegar el mensaje a una cantidad suficiente de personas que conviertan el hecho aislado en un hecho global. La gente sigue a lo que sigue otra gente.
• Ya por último tendremos que superar el límite de masa crítica suficiente para que ya nadie pueda pararlo. En este punto, por cierto muy difícil de conseguir, lograremos darle la vuelta a la tortilla, y el chiflado será el que no siga la chaladura. Al principio facebook y twitter eran usados por unos pocos chiflados. Ahora el chiflado es el que no lo usa. Otro ejemplo son los móviles. Al principio solo unos pocos chiflados los usaban. Con suficiente masa crítica el chiflado es el que no lo utiliza.

Si conseguimos que el chiflado sea el que no siga la chifladura lo habremos conseguido