La estructura de un portal web, una tienda electrónica o una página web es un punto muy importante a menudo ignorado o menospreciado. Es habitual para agencias de diseño especializadas en el formato papel diseñar web como si de un catálogo se tratase. Hay varias diferencias importantes entre el modelo físico y el modelo online.
– El modelo online dispone de interacción con el usuario. Los usuarios interactúan con botones, menús de navegación, cajas de búsqueda, enlaces, cajas emergentes, formularios, ….
– El modelo online no muestra toda la información en pantalla. En función de la resolución aparecen scrolls. Tener en cuenta en que momento aparece el scroll y pensar en como facilitar la navegación cuando el usuario está en la parte de abajo es vital para mejorar la experiencia del usuario.
– Los colores online no funcionan igual que los colores físicos. El pantone de toda la vida en diseño web no aplica. El color depende del tipo de monitor, del brillo y contraste, del dispositivo, del sistema operativo. No nos obsesionemos con el color. Lo importante es que se vea bien.
– Los espacios funcionan diferentes. Una web que respire demasiado (que tenga excesivos espacios en blanco) es una web sosa, sin contenido. Una web con excesiva información y sin espacios da pereza sólo verla. El equilibrio es un factor clave en este aspecto.
– Los elementos crecen en función del contenido y no el contenido en función del espacio. Hay que pensar en bloques crecientes. Lo difícil es conseguir que un elemento quede bien cuando lleva mucho texto y cuando lleva poco texto o sin texto.
– Es importante gestionar los espacios de alto impacto al igual que es importante aprovechar las estanterías de alto impacto en un supermercado. Estas zonas las llamamos zonas calientes. Los extremos, los bordes, tienen más impacto que el centro. En un modelo físico es al contrario.
Un ejemplo de la importancia de tener en cuenta este tema esCambiar la ubicación de un botón en una tienda online puede suponer un incremento de las ventas del 10%. En una tienda que facture 1.000.000 € al año como la de algún caso que hemos gestionado supone mucho dinero.