Hay proyectos que se basan en ganar mucho mediante pagos muy pequeños y llevados a volúmenes descomunales. Son generalmente proyectos con un alto riesgo financiero. Son difíciles de lanzar, pero de funcionar, son extremadamente rentables.
Se caracterizan en que según crece la curva de ingresos, la curva de gastos se mantiene muy estable llegando a un comportamiento divergente entre ambas. Esto significa que en volúmenes altos de ventas consiguen rentabilidades realmente impresionantes.
Un problema muy importante que tiene este modelo de negocio es que el lanzamiento tiene que ser explosivo y hay que llegar a grandes volúmenes en un espacio de tiempo muy corto. De lo contrario se cae por su propio peso.
Por eso, durante el desarrollo, hay que ir cogiendo carrerilla e ir preparando muy bien el lanzamiento.
Para saltar el barranco tienes que coger carrerilla como el correcaminos. Si esperas al borde como el coyote, seguro que te caerás al vacio.
Hay que ser correcaminos y llegar con una gran velocidad. A menudo tener esa velocidad requiere un músculo financiero importante y una inversión de márketing para el lanzamiento.
Son sin duda de los proyectos más difíciles de alcanzar el éxito, pero si este llega, es pleno.