Cuando acometemos una inversión en un proyecto, todos queremos hacerlo bien, pero tan importante como realizar una ejecución fina y que cuide los detalles es realizarla rápido para así recuperar esa inversión lo antes posible e ir posicionándonos en el mercado.
Os daremos a continuación algún truco para conseguirlo y mantener una premisas de calidad:
– Empieza de abajo a arriba, de dentro a fuera. Como una casa hay que cimentar bien para realizar una ejecución firme y estable. Piensa que es imprescindible y empieza por ahí. No te entretengas en lo interesante al principio, entrégate a lo fundamental.
– No te obsesiones en llenar de contenido extenso cada sección o área. Ejecuta un mínimo aceptable de todo y no un completo de una pequeña parte. Tu cliente final no sabe a lo que quieres llegar y si ve algo en todas las secciones pensará que está completo, aunque le falte mucho para conseguir lo que deseas. Además, como vas a ir completándolo generarás una sensación de trabajo y crecimiento continuado.
– Para terminar cuida los detalles e introduce algún elemento de calidad visual que darán la sensación de ser un trabajo fino.
Una vez hechas esas cosas, el trabajo acabará de empezar y tienes que continuar el camino hacia el destino que habías buscado, pero empezando a obtener un rendimiento de tu inversión sin tenerla del todo completada.
Al final es como un árbol. Lo importante es el tronco, si lo enraizamos bien parecerá un árbol desde el día 1. A continuación trabajaremos las ramas para terminar en las hojas.