Sabemos con total certeza que el usuario de Internet busca, compara y si lo encuentra más barato, lo compra.
Es una tendencia muy habitual especialmente por aquellos usuarios que ya tienen una intención de compra clara sobre un producto concreto.
En este aspecto, ser el más barato es crítico para vender o no vender. Ahora bien, si eres el más barato, ¿por qué serlo mucho más barato si ya te van a comprar a ti? No se trata de vender a la mitad o sin margen, se trata de vender un poquito más barato que tu competencia. En eso consiste la inteligencia de precios, en optimizar tus precios para ganar el máximo posible con tus ventas manteniendo tu competitividad en el mercado.
Los puntos claves de la inteligencia de precios son:
- Vende más barato, pero solo un poco. Si eres el más barato, aunque sea por 1€ no es necesario serlo más ya que estás dejando de ganar en cada operación.
- Vigila los precios de tu competencia. Esto sucede en los negocios tradicionales. Los supermercados ajustan sus precios en función de los precios de sus competidores cercanos.
- Se más caro cuando puedas serlo. Si tienes un producto de tirón en mercado en el que tu competencia se ha quedado sin stock, aprovecha la oportunidad para subir los precios y así ganar más.
Con estas tres reglas puedes ganar un 30% en tu negocio, y esto, puede ser mucho dinero.
Nosotros disponemos de herramientas para medir, monitorizar, analizar y actuar sobre el catálogo de productos. Con estas herramientas:
- Si tu competencia mejora los precios puedes reaccionar más rápido.
- Si se quedan sin stock puedes aprovechar la oportunidad.
- Incluso podrás estudiar la evolución de los precios o del stock en el mercado para reaccionar con previsión.